sábado, 7 de noviembre de 2015

Low y su "menos es más"


Hoy os traigo un grupo que es una de las referencias de muchos artistas que pasan por este blog y que nos ha visitado hace poco, el pasado 23 de octubre en la sala Bikini. Esta banda de Minnesota formada en el 93 tiene una larga discográfica que, sinceramente, no conozco y quizás debería conocer, ya que han publicado disco este año, Ones and sixes (2015) y me ha encantado. Sólo mirando un segundo la portada del álbum, se podría deducir que algo tiene que ver con Bon Iver, y es que, precisamente, lo han grabado en el estudio de Justin Vernon

Low es de esos grupos que siempre he querido escuchar pero luego me los ponía y no me decían nada. Tengo la teoría que hay que tener una edad para disfrutar de algunos artistas, y creo que los 32 son para Low. Además, hace unos días tuve la suerte de verlos en directo en Barcelona y entendí perfectamente a la gente que los adora.

Foto de Jordi Vidal
Al principio del concierto me dio la impresión que faltaba algo, que la formación de tres se quedaba corta para crear esa atmósfera que los caracteriza en sus discos. Pero a medida que avanzaba el setlist, iba quedándome atrapada en lo esencial de los temas, y confirmaba de nuevo aquello de "menos es más". No echaba de menos ninguno de los arreglos del disco.

Este trío tiene la habilidad de sonar "oscuro" y brillar a la vez. Me cuesta mucho ponerle palabras a la sensación que tuve escuchándolos. Es algo así como que crean el decorado de la escena, muy tétrico y desolado, pero luego es como si pusieran unas lámparas que se van encendiendo intermitentemente, que no permiten que nadie tenga miedo ni caiga en la más profunda tristeza. Su música en directo puede hacerte llorar, sí, pero no son lágrimas de pena, son caricias en el corazón, esas que sólo determinados artistas consiguen transmitir al público. Pocas veces salgo de un concierto con la sensación de haber conectado con el grupo y que éste me haya devuelto la conexión.

Una de las cosas que más me impresionó fue la voz de ella. Me quedé alucinada con su dominio de la técnica, con la actitud y sensibilidad con la que interpreta, y con el perfecto tándem que forman cuando ella y Alan Sparhawk cantan juntos. Es una pena que, en los discos, el talento vocal de Mimi Parker quede en un segundo plano en la producción. Su voz en directo es mucho más brillante, más limpia. Estuve todo el concierto deseando que esta mujer se lanzara a sacar un proyecto en solitario. A ver si hay suerte y pronto tenemos una alegría.
Os dejo con uno de los momentos más especiales en Bikini, cuando tocaron su clásico Plastic Cup:


En la sección de octubre de El sonido de las montañas al revés, pinché una de mis canciones preferidas del nuevo disco, la que creo que es la más pop de todo el tracklist: What part of me. Una canción que, de tan sencilla en estructura y melodía, puede parecer hasta “tonta”. Además, parece que Alan y Mimi se ponen perfectamente en el papel de una pareja de adolescentes al cantarla. Os dejo con ella y con el podcast (Low a partir del 1:16:33):


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